Una de las áreas de desacuerdo importante trata de la cuestión de si Cristo podría regresar en cualquier momento.
Por un lado, hay muchos pasajes que nos instan a
estar listos porque Cristo regresará cuando menos lo esperemos. Por otro lado,
hay varios pasajes que hablan de ciertos eventos que ocurrirán antes del
regreso de Cristo.
Ha
habido diferentes maneras de resolver la aparente tensión entre estos dos
conjuntos de pasajes, con algunos cristianos que concluyen que Cristo aun
podría regresar en cualquier momento, y otros que concluyen que no podría
regresar por lo menos en una generación, porque tomaría ese tiempo el cumplimiento
de algunos de los acontecimientos vaticinados que deben ocurrir antes de su
regreso.
1. VERSÍCULOS QUE PREDICEN UN REGRESO DE CRISTO SÚBITO E INESPERADO.
A fin
de sentir la fuerza acumulada de los pasajes que predicen que Cristo vendrá muy
pronto, ayuda relacionarlos aquí en orden:
Manténganse
despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor. Pero entiendan esto: Si un
dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se
mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. Por eso ustedes deben
tamo bien estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo
esperen. (Mt 24: 42-44; 36-39)
El día
en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada el señor volverá.
(Mt 24:50)
Manténganse
despiertos porque no saben ni el día ni la hora. (Mt 25: 13)
Pero
en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles del cielo,
ni el Hijo, sino sólo el Padre. ¡Estén alerta! ¡Vigilen! Porque ustedes no
saben cuándo llegará ese momento (Mr 13:32-33).
Es
como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos,
cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile. Por lo tanto,
manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si
al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea
que venga de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, se lo
digo a todos: ¡Manténganse despiertos! (Mr 13: 34-37)
Vosotros,
pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del
hombre vendrá. (Lc 12:40) ¡Maranata¡ (1ª Co 16: 22)
En
cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al
Salvador, el Señor Jesucristo. (Fil 3: 20)
Porque
ya saben que el día del Señor llegará como ladrón en la noche. (1ª Ts 5: 2) y
nos enseña a rechazar la impiedad... Así podremos vivir en este mundo con
justicia, piedad y domino propio, mientras aguardamos la bendita esperanza, es
decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. (Tit 2:
12-13)
Sino
animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se
acerca. (Heb 10: 25)
Por
tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor Manténganse firmes
y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca ¡EI juez ya está
a la puerta! (Stg 5:7-9)
Ya se
acerca el fin de todas las cosas. (1ª P 4: 7)
Pero
el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel dia los de los desaparecerán
con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la
tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada, (2 P 3:10)
El
tiempo está cerca (Ap 1:3)
¡Miren
que vengo pronto (Ap 22:7)
¡Miren
que vengo pronto! Tengo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo
que haya hecho. (Ap 22:12)
El que
da testimonio de estas cosas, dice: "Sí, vengo pronto», Amén. ¡Ven, Señor
Jesús! (Ap 22: 20).
¿Qué
diremos de estos pasajes? Si no hubiera pasajes en el Nuevo Testamento sobre
señales que precederían el regreso de Cristo, probablemente concluiríamos de
los pasajes acabados de citar que Jesús podría venir en cualquier momento.
En
este sentido, ¿podríamos decir que el regreso de Cristo es inminente?'
Parecería embotar la fuerza de los mandatos a estar listos y vigilar si hubiera
una razón para pensar que Cristo no volvería pronto.
En
este punto, antes de examinar los pasajes sobre las señales que preceden el
regreso de Cristo, debe considerarse otro problema. ¿Estaban Jesús y el Nuevo
Testamento equivocados en su expectativa de que él regresaría pronto? ¿No
piensan ellos y aun enseñan que la segunda venida de Cristo ocurriría en solo
unos pocos años? De hecho, un punto de vista de mucho relieve entre
especialistas liberales del Nuevo Testamento ha sido que Jesús enseñó
erróneamente que él regresaría pronto.
Pero
ninguno de los textos citados requiere esta interpretación. Los textos que
dicen estad listos no dicen cuánto tiempo tendremos que esperar, ni tampoco
dicen los textos que Jesús viene en un momento que no esperamos. En cuanto a
los textos que dicen que Jesús viene «pronto», tenemos que damos cuenta que los
profetas bíblicos a menudo hablan en términos de una «abreviación profética»,
que ven los acontecimientos futuros pero no ven el tiempo que media antes que
esos eventos ocurran.
Georg
Ladd dice:
Los
profetas estaban poco interesados en la cronología, y el futuro se veía siempre
como inminente los profetas del Antiguo Testamento mezclaban las perspectivas
de lo cercano y lo lejano para formar un solo lienzo. La profecía bíblica no es
tridimensional en lo fundamental, sino bidimensional; tiene altura y ancho pero
se preocupa poco de la profundidad, i.e., la cronología de los eventos futuros
lo distante se percibe a través de la transparencia de lo inmediato.
Es
verdad que la iglesia primitiva vivió a la expectativa del regreso del Señor, y
está en la naturaleza de la profecía bíblica hacer posible que cada generación
viva a la expectativa del fin. Ti Pedro también nos recuerda que el Señor tiene
una perspectiva del tiempo diferente a la nuestra, de manera que el «pronto»
puede que no sea lo que esperamos: «Pero no olviden, queridos hermanos, que
para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
El
Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza» (2ª
P 3: 8-9).
NOTA: En este capítulo, debe estar claro que no usa
inminente como un término técnico para designar un rapto anterior a la
tribulación (explicado abajo), sino simplemente para decir que Cristo podría
regresar cualquier dia, o aun a cualquier hora.
Todavía más, no uso el término inminente para decir
que Cristo ciertamente vendrá pronto (pues entonces los versículos que hablan
de inminencia habrían estado equivocados cuando fueron escritos). Utilizo la
palabra inminente para decir que Cristo podría venir y vendría en cualquier
momento. (Otros definen inminente con más amplitud, dándole el significado que
Cristo podría venir en cualquier generación. No utilizo el término de esa
manera en este capítulo.)
2. SEÑALES QUE PRECEDEN EL REGRESO DE CRISTO.
El
otro conjunto de textos a ser considerados hablan de varias señales que la
Escritura dice precederán el momento del regreso de Cristo. De hecho, Berkhof
dice: «De acuerdo con la Escritura tienen que ocurrir varios eventos
importantes antes del regreso del Señor, y por lo tanto esta no puede llamarse
inminente».
Aquí
sería útil relacionar aquellos pasajes que se refieren más directamente a las
señales que deben ocurrir antes del regreso de Cristo.
LA PREDICACIÓN DEL
EVANGELIO A TODAS LAS NACIONES:
Pero
primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las naciones (Mr 13: 10; d.
Mateo 24: 14)
LA GRAN TRIBULACIÓN:
Cuando
sepan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que eso
suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino
contra reino. Habrá terremotos por todas partes; también habrá hambre. Esto
será apenas el comienzo de los dolores. (Mr 13: 7-8; d. Mt 24: 15-22; Lc 21:
20-24)
Porque
serán días de tribulación como no ha habido desde el principio, cuando Dios
creó al mundo, ni la habrá jamás. Si el Señor no hubiera acortado esos días,
nadie sobreviviría. Pero por causa de los que ha elegido, los ha acortado. (Mr
13: 19-20).
NOTA: Berkhof. Systematic
Theology, p. 696. Éste relaciona varios eventos, como la predicación del evangelio a todas
las naciones, la plena restauración de Israel, la gran tribulación. la
revelación del anticristo, y la notable conjunción de muchas señales y milagros
ominosos (guerras, hambrunas, terremotos, falsos profetas que hacen milagros, y
temibles señales en el sol, la luna y las estrellas), todo lo cual discute en
la pp. 697-703.
FALSOS PROFETAS QUE HARÁN
SEÑALES Y MILAGROS:
Porque
surgirán falsos profetas que harán señales y milagros, para engañar, de ser
posible, aun a los elegidos. (Mr 13: 22; Mt 24: 23-24)
SEÑALES EN LOS CIELOS:
Pero
en aquellos días, después de esa tribulación, «se oscurecerá el sol y no
brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes
serán sacudidos». Verán entonces al Hijo del hombre venir en las nubes con gran
poder y gloria. (Mr 13: 24-25; Mt 24: 29-30; Lc 21: 25-27)